Durante la mañana del domingo varios autos se estacionaban sobre el punto de encuentro en el barrio Tango. Lo que nos reunía era un importante motivo: Ese mismo día Angel y Gael, dos jóvenes de Leones, se incorporarían a la familia de la fe mediante el bautismo.
Luego de un viaje de hora y medía llegaríamos a destino, para sumarnos a un tiempo de comunión de los hermanos que nos estaban esperando allí. Así, entre mates y charlas, pudimos conversar con los chicos que estaban por dar el paso del bautismo y conocer sus historias de vida.
El tiempo de bautismos y oración fue sumamente emotivo y guiado por el espíritu. El ambiente de familia era palpable.
Acercándonos al mediodía tuvimos un almuerzo a la parrilla. Para luego de más charlas, anécdotas y testimonios cerrar la tarde con deportes al aire libre.
Un testimonio del que podemos dar fe es que durante los partidos de voley dos personas que pasaban caminando se sintieron atraídos por el clima de familia y terminaron uniéndose a nosotros, para luego establecerse dos nuevos contactos. Esto nos hizo recordar aquél pasaje que dice que «el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.» (Hechos 2:47)
El significado de la palabra «evangelio» es, literalmente, «buenas noticias»…. y justamente esto es lo que pudimos vivenciar durante este tiempo de bautismos: la luz de Jesús entrando en vidas, familias y ciudades para teñirlas de esperanza y vida.
Recordemos orar por las familias de Roman Bravi y Cristian Rivas en Leones. El trabajo que están realizando es muy valioso y sabemos que estos son los primeros frutos de algo muy grande que vendrá.
