Mujeres anónimas, conocidas por Dios

Durante la tarde, también compartiremos una merienda a la canasta, como un gesto sencillo de fraternidad y encuentro. Cada una podrá traer algo para compartir, con el deseo de bendecir a las demás.

Estos encuentros comenzaron en el año 2000, cuando en el corazón de algunas nació el deseo de generar un ámbito de enseñanza y aliento para las mujeres. Desde entonces, se renuevan como una convocatoria abierta, que busca inspirar y fortalecer la fe de todas las que participen.

Como dice la Palabra: «Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está de sus ojos, pero Jehová mira el corazón» (1 Samuel 16:7)